La vida la llevó a lo que hoy es. Desde niña le despertó una necesidad de conocer la vida mística y bajo esta misma línea concibe que cada persona es merecedora de los espacios que crea y que lo importante es sentirse bien donde uno está.
Sus paredes en color blanco contrastan con detalles que forman parte de su historia. En su pequeño y acogedor hogar destacan detalles que denotan su exquisito gusto por la magia. Muestra de ello es la vara mágica de la saga Harry Potter, que se encuentra sobre un libro muy antiguo que está en su mesa de noche. También encontramos un duende que denota su amor hacia lo místico. Lámparas estilo Aladino, bolas de cristal, baúles, una planta llamada cristalina recuerdo de un ex novio y dos fotografías especiales, una junto a su hermana Mónica en la niñez y otra cuando ella tenía 14 años en el Cayambe.
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